1 Corintios 11 - Nueva Reina Valera 1990 (Adventista)

Libro de 1 Corintios
Capitulos:

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1 - Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo.

2 - Os alabo, hermanos, que en todo os acordáis de mí, y retenéis las instrucciones, tal como os las entregué.*

3 - Pero quiero que sepáis, que Cristo es la cabeza de todo hombre, el hombre es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo.

4 - Todo hombre que ora o profetiza con la cabeza cubierta, afrenta su cabeza.

5 - Y toda mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta, afrenta su cabeza, como si se hubiera rapado.

6 - Si la mujer no se cubre, que se corte el cabello. Y si es vergonzoso para la mujer cortarse el cabello o raparse, cúbrase.

7 - El hombre no ha de cubrir la cabeza, porque es imagen y gloria de Dios; pero la mujer es gloria del hombre.*

8 - Porque el hombre no fue hecho de la mujer, sino la mujer del hombre.

9 - Tampoco el hombre fue creado por causa de la mujer, sino la mujer por causa del hombre.

10 - Por eso, y por causa de los ángeles, la mujer debe llevar sobre su cabeza una señal de autoridad.

11 - Sin embargo, en el Señor, ni la mujer es independiente del hombre, ni el hombre es independiente de la mujer.*

12 - Porque así como la mujer fue hecha del hombre, así también el hombre nace de la mujer. Pero todo procede de Dios.

13 - Juzgad vosotros mismos: ¿Es apropiado que la mujer ore a Dios, sin cubrirse la cabeza?

14 - La misma naturaleza, no enseña que al hombre es deshonroso dejarse crecer el cabello?

15 - En cambio, para la mujer es una honra dejarse crecer el cabello. Porque el cabello le es dado en lugar de velo.

16 - Con todo, si alguno quiere discutir, nosotros no tenemos tal costumbre, ni las iglesias de Dios.

17 - En las siguientes directivas, no alabo vuestras asambleas, porque os causan más mal que bien.

18 - En primer lugar, oigo que cuando os reunís en la iglesia, hay entre vosotros disensiones. Y en parte lo creo.

19 - Porque preciso es que haya disensiones entre vosotros, para que se vean los que son aprobados entre vosotros.

20 - Cuando os reunís, eso no es comer la Cena del Señor.

21 - Porque al comer, cada uno se adelanta a comer su propia cena, sin esperar a los demás. Y uno queda con hambre, y el otro se embriaga.*

22 - Pues qué, ¿no tenéis casa donde comer y beber? ¿O menospreciáis la iglesia de Dios, y avergonzáis a los que no tienen? ¿Qué os diré? ¿Os alabaré? En esto no os alabo.

23 - Porque yo recibí del Señor lo que también os enseñé: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan,

24 - y después de dar gracias, lo partió, y dijo: "Tomad, comed. Esto es mi cuerpo que por vosotros es partido. Haced esto en memoria de mí".

25 - De igual modo, después de haber cenado, tomó la copa, y dijo: "Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre. Cada vez que la bebáis, bebedla en memoria de mí".

26 - Porque cada vez que comáis este pan, y bebáis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que venga.

27 - Por eso, cualquiera que coma este pan o beba esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor.*

28 - Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y así coma de aquel pan, y beba de aquella copa.

29 - Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, come y bebe juicio para sí.

30 - Por eso hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros, y algunos han muerto.

31 - Si nos examináramos a nosotros mismos, no seríamos castigados.

32 - Pero si el Señor nos castiga, es para enmendarnos, para que no seamos condenados con el mundo.*

33 - Así, hermanos míos, cuando os reunís a comer, esperaos unos a otros.

34 - Si alguno tiene hambre, coma en su casa, para que no os reunáis para juicio. Las demás cosas las pondré en orden cuando yo llegue.